Querido Creador,
Hoy me veo vulnerado por todo lo que está ocurriendo y te pido y te suplico que nos ayudes.
El Ser Humano no puede tirar solo, sin ti no somos absolutamente nadie DIOS mío.
Me gustaría dejar de lado toda la ira, la prepotencia, la rabia, el ego, el apego, los juicios, las expectativas, el miedo y suplicarte por favor que nos eches una mano, ayúdanos, ayúdanos a salir de todo esto porque te necesitamos DIOS mío.
Ayúdanos a concienciarnos para que vayamos y caminemos todos juntos, pero sobre todo SEÑOR, recuerda y pon a su lado a todas esas Entidades Celestiales que están contigo, para que todos estos hermanos que se han marchado en masa hacia la casa del PADRE, sean recibidos y sean acompañados, sean tranquilizados y sobre todo sientan el calor, y el amor del PADRE que los recibe.
Permíteles SEÑOR que sean felices de verdad; que obtengan lo que no han obtenido en la Tierra, cólmalos de ilusión, de alegría y de bendiciones.
Y por favor SEÑOR, transmíteles de nuestra parte que los amamos, que los echamos de menos; que no hemos podido despedirlos pero que están en nuestros corazones; que los amamos profundamente, que los queremos y que no los vamos a olvidar jamás.
Y que pedimos y suplicamos que un día podamos reunirnos con ellos nuevamente para poder abrazarlos, para poder decirles lo que nunca a lo mejor les dijimos o para repetirles lo que tantas veces les repetíamos: TE AMO.
SEÑOR mío, acuérdate de todos nuestros hermanos que se marcharon a tu casa, ayúdales a estar bien, acompáñalos hasta la morada de tu PADRE; acompáñalos hacia tu morada.
Guíalos hacia ese paraíso de eternidad en el que puedan saltar de alegría, ser felices y libres.
SEÑOR DIOS, hoy envío esta plegaria, esta petición, esta súplica para que protejas, para que recuerdes y para que ayudes a todos nuestros seres queridos que se han marchado sin saber que lo iban a hacer en estos tiempos que corren .
Y protégenos SEÑOR porque sin ti nunca fuimos nada, no somos nada, y jamás lo seremos.
Ayúdanos Dios mío, ayúdame, ayúdanos porque sin ti nada somos SEÑOR.
AMÉN